Fotografía: Ramón Peco
Para la mayoría de los fotógrafos no es sencillo acotar la temática ni los territorios a elegir. La vida es una suma de viajes de los que vamos aprendiendo, si uno quiere, a ver lo que tenemos delante de nuestros ojos.
Desde la aparición de la fotografía se pudieron mostrar lugares lejanos y gentes desconocidas para el resto de los humanos. Otros quedaron anclados de por vida captando lo más cercano, territorios a la vez desconocidos para quienes vivían, también atracados, en sus puntos de origen. Tanto unos como los otros dejaron una memoria colectiva de la que bebemos tragos de sabores diferentes que a veces nos hacen ser más comprensivos con lo que nos rodea.
Desde hace décadas decidí fotografiar lo mas próximo y a la vez oculto, aquello que no solía verse en la placidez del día a día. Más tarde pude alejarme a sitios que solo en los libros los podía visitar y tener así imágenes inventadas en mi interior.
Tampoco es sencillo elegir el trabajo que a uno le gustaría hacer y solo una minoría de privilegiados puede practicarlo. La constancia, el arrojo y, a veces la suerte, son condiciones que algunos elegidos ejercen sin frenos que les detengan. Los segundos son los maestros de los que aprendemos cada día, ya sean o no del mundo de la fotografía. 
Trabajar como fotógrafo en los llamados medios de comunicación, intentar enseñar a otros lo que uno aprendía, participar colectivamente en grupos afines  y mostrar en diferentes soportes los resultados de los trabajos, me llevaron a montar exposiciones dentro y fuera de mi entorno y a publicar varios libros (Cuando me miras, Guadianas, Fiesta y Almagro.
Aunque las ideas estén denostadas por la imposición de los que jamás las tuvieron, intentar llevarlas a cabo no está de sobra. Una forma concreta de actuar en contra de los que dictan las modas, que como cantos de sirena te atrapan cuando menos te lo esperas,  y rechazar de pleno la ridícula competitividad gremial, probablemente lleva a conservar la dignidad que otros abandonan cuando venden a precio irrisorio hasta su alma.
Esta web, una ventana más al mundo como tantas otras, se ira alimentando con imágenes del pasado, del presente y de lo que pueda llegar, que volverá a ser pasado inmediatamente. Pasen y vean. 
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